Hoy los espacios interiores tienen más importancia que nunca, pasamos más de 70% de nuestro tiempo en sitios cerrados. Saber utilizar el color dentro de una habitación ayuda a crear el ambiente adecuado para llevar a cabo de manera efectiva nuestras actividades.
- Espacios más amplios
Implementa colores claros en todo el lugar (pisos, techos y muros) el efecto que producen los colores como el blanco o colores pasteles es el de reflejar la luz natural, creando superficies que amplían el espacio ante la percepción del ojo.
- Espacios pequeños
Aplica colores oscuros en toda la habitación, el ojo humano reduce el espacio de manera natural debido a la ausencia de la luz en el color, al utilizar estos colores en muros, techos y pisos, la habitación se siente más compacta de lo que realmente es.
- Techos altos
Si buscas darle más altura a tu habitación, es necesario utilizar un color claro en el techo y contrastar con colores oscuros sobre los muros, el efecto que provoca en nuestra percepción es el de “alargar” las paredes con un techo “infinito” (blanco).
- Techos bajos
Para ambientes más íntimos es necesario crear espacios con techos bajos. Para ello debes manejar colores oscuros sobre los plafones y complementarlo con colores claros sobre los muros. Debido al peso que juegan los colores más oscuros, la visual de nuestro ojo reduce el espacio en cuanto altura.
- Amplia una habitación
Para crear un lugar más amplio será necesario que apliques los colores más oscuros sobre un muro y el techo en “escuadra” y los más luminosos sobre los muros restantes. Los colores claros ayudan a extender el espacio sutilmente.
- Alarga la habitación
A diferencia del anterior consejo, deberás aplicar de manera opuesta los colores, el muro y techo al tener colores más claros no habrá barrera que detenga la horizontalidad de nuestra percepción.





